Actualización de conocimientos: Estabilizar los costes y la seguridad alimentaria exige un planteamiento claro
El complejo entorno económico actual implica que muchos negocios se enfrentan a considerables presiones sobre los costes, lo que puede llevar a un empeoramiento de sus estándares en materia de seguridad alimentaria. Aproveche la experiencia de nuestros expertos independientes para conseguir el apoyo necesario en momentos difíciles.
El actual panorama económico presenta desafíos significativos, lo que lleva a muchas empresas a lidiar con importantes presiones en sus costes, por lo que estiran sus recursos económicos y, posiblemente, aumentan los riesgos en materia de seguridad e higiene. Es fundamental que las empresas del sector comprendan la relevancia estratégica de la higiene y la seguridad, así como que mantengan una perspectiva clara sobre cómo gestionarlas de manera rigurosa.
En los últimos años, muchas empresas de la economía mundial han ido enfrentándose a obstáculos durante un período sin precedentes de adversidad financiera posterior a la pandemia. Y aún no ha terminado. Existen numerosas encuestas económicas veraces que demuestran que los negocios se enfrentan a importantes factores geopolíticos, económicos y medioambientales adversos. La industria alimentaria no es una excepción, y si estos problemas tienen algo en común es que inevitablemente conllevan un aumento de los costes. Los puntos de presión clave son:
- Costes laborales: La persistente y elevada inflación y la escasez de mano de obra especializada hacen que aumente el salario de los trabajadores cualificados y no cualificados.
- Costes de los materiales: Algunos sucesos como los conflictos en Ucrania y Oriente Próximo han provocado la interrupción del suministro de alimentos y el aumento de los precios.
- Costes energéticos: La geopolítica (en la que se incluyen los conflictos y las sanciones) provoca la escasez de suministros y la subida de precios.
- Costes de financiación: El aumento de los tipos de interés por parte de los bancos centrales para combatir la inflación da lugar a préstamos más costosos para las empresas, así como a una reducción de la demanda de consumo.
- Costes relativos al clima: Los fenómenos meteorológicos extremos asociados al cambio climático, como las tormentas, inundaciones y sequías, afectan a la disponibilidad y al precio de las materias primas alimenticias.
Efectos de la seguridad alimentaria
La intensificación de las presiones sobre los costes también puede tener efectos más sutiles que pueden pasar desapercibidos fácilmente. Uno de los más graves atañe a la seguridad alimentaria.
Es una realidad que los fabricantes de alimentos o restaurantes intentan sustituir los ingredientes costosos y difíciles de conseguir por otros más baratos y con mejor disponibilidad. Suena lógico pero, ¿se han tenido en cuenta todas las consecuencias que podría tener para la seguridad alimentaria? Por ejemplo, ¿qué pasaría si el ingrediente de sustitución contiene un alérgeno alimentario? Pensemos en el posible peligro que supondría para algunos clientes (y para la reputación de la empresa) si no lográsemos identificar el alérgeno y no lo indicásemos debidamente.
Otra opción habitual para controlar costes consiste en reducir los gastos de limpieza y mantenimiento. Tomemos el ejemplo de los locales de hostelería con problemas, que normalmente reducen sus horarios de apertura para ahorrar dinero. Al mismo tiempo, disminuyen las tareas rutinarias de limpieza y mantenimiento para reflejar esta reducción del uso. El problema con este enfoque es que podría provocar que las zonas menos usadas y mal cuidadas se conviertan en posibles caldos de cultivo para bacterias y plagas dañinas. En última instancia, esto podría afectar a la higiene de los alimentos y la salud y seguridad de los clientes y el personal.
Aquí es fundamental que las economías aparentemente sencillas pueden ser contraproducentes si tienen consecuencias peligrosas. La solución es que las empresas alimentarias encuentren el equilibrio adecuado entre su necesidad de operar de forma rentable, de cumplir con sus obligaciones legales y de nutrir sus intereses empresariales a largo plazo.
En la práctica, alcanzar este equilibrio implica aplicar un enfoque proactivo en cuanto a gestión de la seguridad y la higiene, planificando meticulosamente las actividades clave como la limpieza y el mantenimiento de las instalaciones y la maquinaria, así como comprobando si hay plagas. Puede que sea posible recortar gastos calculados minuciosamente, como al reducir la frecuencia de la limpieza de determinadas zonas del negocio alimentario o revisar los métodos de limpieza empleados, siempre que los riesgos de seguridad alimentaria se evalúen y gestionen de forma precisa.
Soluciones colaborativas
Aquí es cuando le pueden ayudar los expertos externos con experiencia en distintos sectores y conocimiento especializado. Trabajarán con usted en la aplicación de un enfoque sólido de gestión de riesgos, basándose a menudo en datos exhaustivos y métricas que hagan que su negocio destaque sobre el resto. Con su apoyo y destreza, los peligros reales en materia de higiene y seguridad serán más fáciles de identificar, evaluar y mitigar, sin tener que dedicar demasiado tiempo y recursos a problemas o ubicaciones de bajo riesgo.
La mayoría de los negocios de alimentación valoran la experiencia de una organización externa especializada que les ayude a identificar y gestionar los riesgos de seguridad alimentaria. Aunque puede que tenga un equipo interno cualificado, en el contexto actual con intensas presiones sobre los costes, su propio personal puede distraerse con cuestiones urgentes o quedar sobrecargado. Un experto independiente puede ofrecer la perspectiva clara, el correcto asesoramiento y el apoyo para formación necesarios en los momentos difíciles.
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